La frase “hacer la comida en casa” puede que tenga nuevos significados en el futuro. Entre ellos, el que parece estar investigando la famosa marca de pastas italiana Barilla: fabricar en casa el tipo de pasta deseada usando cartuchos e impresoras 3D.

Los más aficionados a la pasta puede que tengan una de esas máquinas infernales que tras una tarde de trabajo, dan como resultado unos espagetis de aspecto distraido y la cocina llena de harina. Pero la visión de Barilla no es solucionar este problema, sino el de ofrecer una amplia variedad de productos basados en la pasta fresca, fabricados en el momento en casa usando los cartuchos rellenos de pasta comestible y las impresoras 3D.

Según parece Barilla solo está tanteando el terreno de la gastronomía impresa donde unos pocos como ChefJet ya ofrecen soluciones capaces de imprimir comida, aunque de forma muy lenta y con materiales muy restringidos.

Durante más de dos años los italianos se han metido en harina con la empresa TNO Eindhoven para crear un prototipo de impresora para restaurantes. El objetivo era conseguir una máquina capaz de imprimir entre 15 y 20 unidades de pasta de diseño cada dos minutos.

La visión de futuro es vender cartuchos de pasta para que cada uno se imprima la pasta que más le guste en el momento, pero son conscientes de que esto es un proyecto a largo plazo. No hay que olvidar que en un momento dado algún listillo podría hackear la impresora para crear nuevos diseños de pasta. Desde luego parace más facil pensar que podamos imprimirnos un plato de pasta que un chuletón.