El chocolate es un producto exquisito que se las ingenia para hacer la boca agua tanto a pequeños como a mayores y que no necesita a priori de lujosos “ropajes” (o envases) para enamorar al consumidor.

Sin embargo, la competencia en las estanterías de los supermercados es absolutamente feroz. Y las marcas (también las de chocolate) necesitan vestirse con sus mejores galas para atrapar la atención de un consumidor al que se conquista tanto por la vista como por el estómago.

El universo del chocolate está afortunadamente plagado de deliciosos ejemplos de packaging, capaces de despertar su vena más golosa hasta a los que no son demasiado aficionados al azúcar y sus múltiples derivados.

Tanto si le gusta el chocolate como si este alimento no le hace demasiado tilín no podrá evitar contemplar extasiado los apetitosos envases “chocolateados”


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