En torno al uso de la música en el lugar de trabajo existen opiniones encontradísimas. Hay quienes no pueden evitar arquear la ceja y dibujar una mueca de disgusto en el rostro cuando ven a algún colega (o subordinado) enfundarse los cascos para aislarse del mundo utilizando la música como singular (y afinadísima) compinche.

Sin embargo, y pese a que el hábito de escuchar música en la oficina en denostado en muchas empresas, lo cierto es que el 90% de los empleados que se entregan a los placeres de la música rinde más en el trabajo.

Y no sólo eso. Con la música a su vera, el 88% de los trabajadores cumplimenta sus tareas de manera más precisa.

Conviene señalar, por otra parte, que el 77% de los propietarios de pequeñas y medianas empresas tiene el pleno convencimiento de que la música contribuye a incrementar la moral de los trabajadores.

Además, el 40% de los dueños de negocios cree la música llega al extremo de aumentar las ventas dentro de las empresas.

Pero, ¿por qué es tan beneficiosa la música en el trabajo (pese a sus muchísimos detractores)? La música hace liberar dopamina en el cerebro y la dopamina ayuda a aumentar la concentración, reduce el estrés y la ansiedad y da alas a la motivación.

Hay muchos tipos de música y no todos ellos obran el mismo efecto en la codiciadísima productividad laboral. La música ambiental aumenta, por ejemplo, en un 92% la exactitud en la introducción de datos.

La música clásica incrementa la precisión en un 12%, la música pop reduce los errores en un 14%, y la música “dance” mejora la velocidad de lectura en un 20%.

Si quiere conocer más detalles sobre la pareja (excelentemente avenida) que forman la productividad y la música, le recomendamos prestar mucha atención a la siguiente infografía de WebpageFX

Agradecimientos a https://www.marketingdirecto.com/marketing-general/tendencias/musica-trabajo-amansa-despierta-fiera-productividad-laboral por su información y a https://pixabay.com/es/hermosa-cara-la-moda-mujeres-ni%C3%B1a-1845578/ por su  imagen